La precariedad social va normalmente de la mano con la carencia de una vivienda digna. Se podría decir que pobreza es cuasi sinónimo de ausencia de habitabilidad mínima, y ésta ha acompañado al hombre al menos desde que se establecieron los primeros asentamientos en forma de poblaciones organizadas y con carácter de ciudad, por pequeños que fueran. Para un poblador pobre cualquier implemento es siempre apropiado si se trata de confeccionar un hábitat donde refugiarse, así echa mano de cacharros, desperdicios, voluntad e ingenio, pero sobre todo echa mano de esperanza.
Se dice que ‘la Esperanza es lo último que muere’, por eso se resiste tanto a morir. Por eso la resistencia de Martin Luther King a ver humillados sistemáticamente a los suyos. Y la de Nelson Mandela a no rendirse ante los nubarrones que en su momento le asediaban. Y muy en particular, la esperanza de Oscar Romero de ver el día en que salvadoreños opresores y oprimidos se abrazaran como hermanos. Hay quien dice que se requiere estar hecho con una pasta especial para aguantar hasta tanto. Pero es lo que tiene la Esperanza —con mayúsculas—: que al que la ejerce se le robustecen ciertos músculos invisibles que nunca imaginó que poseía, y su práctica constante le conduce a alturas insospechadas. Cuentan que un día comentó Gandhi, ante la pregunta de cómo había podido llegar tan lejos con su movimiento social, que si hubiera sido consciente en un principio de todo lo que tendría que atravesar hubiera sido incapaz de dar el primer paso.
A aguantar se aprende, y es necesario poner en práctica cotidiana tanto resistencia como tolerancia en cualquier campo. Al final, tener esperanza se traduce en sonrisas sinceras a pesar de los pesares. ¿No habéis notado cómo son mucho más agradables las sonrisas de los pobres que las de los ricos? La vida digna requiere ciertos mínimos, uno de los cuales es el hábitat en condiciones adecuadas. Generalmente, cuando aún no se posee lo que sí se tiene es la esperanza permanente de llegar a contar con él, y una de las manifestaciones que proporciona la esperanza es esa sonrisa confiada e iluminada por un futuro mejor.